Un buen partido el que se jugó en un campo totalmente nuevo y que hizo que al menos no nos fuéramos a casa con 'bolitas' de caucho negras en las zapatillas. Nos llevamos 5 y podían haber sido 7, pero también es verdad que debimos ganar -y no exagero- el partido. Emoción por todos lados con tiros a los palos, ocasiones falladas de forma estrepitosa, oportunidades que si no fuera por la situación en la que se encontraban los nuestros no se hubieran fallado ni por asomo. Muchos de nuestro jugadores jugaron indispuestos o malitos directamente y aún así pusieron una emoción desmesurada al partido. Si le sumamos la falta de tres jugadores con mucho peso en la defensa y el buen jugador que tenía el otro equipo, el resultado es el que se dio.
Ojo con Adrià que se está convirtiendo en un goleador nato.
Fotografías del partido pinchando en la imagen del equipo y cuerpo técnico. Esta vez por culpa de la oscuridad hay menos cantidad.
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